La mayor concienciación medioambiental deja huella también en el sector del poliestireno expandido o EPS, material del que Poraxa Mallorca es referente en fabricación desde hace una treintena de años. Si en 2017 el reciclaje del también llamado porexpan o corcho blanco alcanzaba las 5.991 toneladas, esta cifra subió hasta las 7.440 toneladas en 2018, experimentando un incremento del 24% respecto al año anterior y manteniendo la tendencia alcista iniciada en 2010. Según la Asociación Nacional de Poliestireno Expandido (ANAPE), esta cantidad representa el 22,5% del residuo total generado. El objetivo es hacer que el 50% del EPS llegue a las plantas de reciclaje en 2025.
A este propósito contribuye Poraxa Mallorca como centro ECO EPS en Baleares. Estos puntos, impulsados por ANAPE, actúan como transformadores encargados de servir como centros de acopio y transporte, así como de reincorporación del residuo limpio a la fabricación de porexpan nuevo. En este sentido, nuestros profesionales se encargan de recuperar y reciclar embalajes y envases de poliestireno expandido usado, contribuyendo así al medio ambiente y al aumento de la tasa de recuperación de poliexpan en Mallorca. Una labor que desempeñamos con sumo cuidado desde 2002 y que hoy se traduce en ofrecer un servicio de reciclaje de porexpan a más de 20 municipios de la isla y a un gestor de residuos de Ibiza.
No hay que olvidar que las características del poliexpan en Mallorca lo convierten en un material de gran valor en el mundo de los envases y los embalajes, pero también en un gran aliado en la construcción por sus propiedades aislantes y térmicas. Ligero y resistente, el EPS (como se conoce por sus siglas en inglés: Expanded Polyestyrene) se utiliza cada vez más en las planchas de aislamiento y en elementos como bovedillas de porexpan para forjados y casetones, molduras prefabricadas, moldes, mortero reciclado y mobiliario. A cada uno de estos ámbitos damos respuesta desde nuestra fábrica de poliestireno en Mallorca, situada en Porreres, que atiende también otras áreas beneficiarias de su uso como son las del ocio, la hostelería, el arte o el marketing.
Así las cosas, según ANAPE, el destino principal de las más de 7.400 toneladas recicladas en 2018 fue la granza para la fabricación de planchas de aislamiento y en menor medida para otras utilidades como mobiliario urbano o molduras de porexpan. Una cantidad más pequeña fue la triturada para la reincorporación de nuevo poliestireno expandido.
En total, el 79% de los residuos se gestionaron mediante recuperadores y recicladores (una cantidad proporcional a las cifras de residuos que provienen del comercio y de la industrial); el 14% a partir de los contenedores amarillos; y el 7% a través de los centros Eco EPS, como el centro de reciclaje de poliestireno en Mallorca de Poraxa. Cabe tener en cuenta que estos últimos puntos solo incorporan el residuo de porexpan de mayor calidad.
El EPS es un material 100% reciclable derivado del poliestireno, muy utilizado en sectores como la producción de envases o la construcción. Se caracteriza por sus cualidades higiénicas (no se pudre, no se enmohece, no se descompone), así como por su ligereza, resistencia a la humedad, capacidad aislante etc.